Seducción, olor y sistema inmunológico: ¿cómo se relacionan?

¿Has notado alguna vez la importancia del olor en la seducción?

No, no hablo del perfume que te echas y mucho menos del aroma del ramo de flores que le regalas a tu chica .

Hablo del olor coporal, de ese olor que cada persona tiene y que es fácilmente identificable. En realidad, la seducción es algo tan antiguo como el olor… ¿has visto a dos perros que se encuentran por primera vez? ¿Qué es lo primero que hacen? Se huelen, se huelen sus partes bajas (que es, evidentemente, el punto más oloroso).

El olor de la mujer que te gusta ejerce un gran efecto sobre ti, préstale atención a este detalle la próxima vez que te acerques a ella porque el olor corporal es muy pero que muy importante.

Un lector en un comentario me recordó un estudio que había leído hace muchos años y que ha salido nuevamente a la luz gracias a investigaciones más recientes.

Los resultados de diferentes pruebas demuestran que la elección de la pareja se debe a lo que se conoce como el complejo mayor de histocompatibilidad, denominado MHC.

El MHC, explicado en palabras sencillas, contiene informaciones sobre nuestro sistema inmunológico.

¿Qué pasa en la práctica?

Una parte de nosotros evaluaría el MHC de las otras personas descartando desde el inicio a las que tienen un MHC igual al nuestro.

No es nada más que un mecanismo natural que permite la sobrevivencia de la especie mediante la diversificación de los individuos: estamos programados para emparejarnos con personas que tienen un sistema inmunológico diferente del nuestro.

Por ejemplo, al emparejar a un hombre que es resistente a algunas enfermedades con una mujer que es resistente a otras, se obtendrá un hijo con un sistema inmunológico mejor.

Obviamente, se trata de un ejemplo muy sencillo porque hay muchos otros factores en juego pero el mecanismo de base es ese.

Espero que los profesionales en la materia no me juzguen mal, no soy un científico y soy consciente de que he explicado este hecho de una manera muy simplista . Este no es un blog de investigación científica, aquí estamos aprendiendo a ligar, ¿vale?

Regresando a nosotros: ¿cómo sabemos si la persona que tenemos delante tiene un sistema inmunológico diferente del nuestro?

En primer lugar, a través del olor. ¿Tienes presente cuando te gusta el olor de una mujer? En parte, podría ser debido a esto.

En segundo lugar, por la forma del rostro, pero en este caso los científicos son un poco más escépticos.

… las investigaciones continúan… pero… ¿qué significa todo esto para nosotros? ¿Cómo se aplica a la seducción?

En este punto podría surgir la cuestión “¡Entonces no puedo conquistar a todas las mujeres que quiero, no puedo conquistar a las que tienen un sistema inmunológico similar al mío!”

Es verdad, pero esta frase también implica su contrario: si no le gustas a una mujer porque tienes un sistema inmunológico similar al suyo, eso significa que ella tampoco te gustará, por tanto, ¡ni siquiera es necesario que te plantees el dilema!

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