Uno de mis primeros errores: ¡cuán fácil es olvidar el rapport!
Quiero contarte una historia, una historia que se refiere a una de las primeras lecciones que tuve que aprender y, por tanto, uno de los primeros errores que cometí después que comencé a cambiar, cuando ya había iniciado mi camino de mejoramiento seductivo.
Te la cuento por varias razones.
Primero, para hacerte comprender que equivocarse es humano, es algo normal y probablemente te continuará pasando. Por tanto, ¡será mejor que te acostumbres a la idea! Lo importante no es si te equivocas o no sino que aprendas le lección.
Segundo, para subrayar la importancia del rapport.
Pero será mejor que comencemos…
Había una vez, en un reino muy lejano… hahaha
Me había acercado a una doncella muy guapa, simpática y enérgica. Al inicio no daba su brazo a torcer pero con una mezcla de imperturbabilidad y desfachatez logré atraerla.
Las señales de interés florecían y para mí era toda una novedad: no estaba acostumbrado a recibir ciertas señales por parte de las mujeres, como te había dicho, me encontraba al inicio de mi camino de mejoramiento seductivo.
Hablamos durante un rato, flirteamos y después decido pedirle su número de teléfono, le doy el mío y me despido.
Al día siguiente la llamé, hice una broma, todo con un estilo muy “flirteoso” y logré percibir que aún había atracción. Obviamente, no como cuando nos conocimos pero todavía estaba allí.
Después ella me mandó un mensaje pero yo, para hacerme el duro, ¡no le respondí! Y fue un error enorme.
Bueno… en ese punto se acabó, no me respondió más, y nunca más la volví a ver.
¿Moraleja de la fábula? ¿Qué podemos aprender?
1. El rapport es fun-da-men-tal.
Al inicio es muy fácil olvidarse del rapport porque nos esforzamos demasiado en crear atracción. Pero después el Sr. Rapport nos mira directamente a los ojos y nos dice “¡Lo sabía! ¡No te responderá más porque no me has usado!”
2. Nunca tires la cuerda cuando está demasiado tensa
La situación ya estaba sobre “la cuerda del equilibrista”, faltaba el rapport y la atracción estaba desapareciendo. No responder a su mensaje fue la estrategia perfecta para mandar todo a la mierda. Tiré demasiado de la cuerda y, como ya estaba muy tensa, se rompió.
Aquel día aprendí esas dos lecciones importantísimas pero lo interesante es que no he sido el único que ha vivido una experiencia similar.
Esta historia me la recordó Jack, que ayer en un comentario me contaba hechos muy parecidos.
He aquí su comentario:
¡Hola Marco! Quiero agradecerte por los consejos invaluables que das y que he tenido la oportunidad de verificar en persona.
Llevaba algún tiempo conversando con una chica, primero por el msn pero después la convencí para que saliésemos y gracias a tus consejos ha sido muy fácil crear picos de atracción y llegar rápidamente al beso, etc. Y entonces pensé: “Lo he logrado, es mía”, y me despreocupé, no trabajé para nada en el rapport porque no me parecía que fuese necesario. Pensaba que ya había “llegado”. La noche fue genial, todo perfecto, pero no creé el rapport.
Al día siguiente ella me escribió un sms (ahora comprendo que fue su último tentativo de crear un poco de sintonía entre ambos) pero yo no le dí cuerda e incluso no le respondí. Luego no me volvió a contactar. Después de 2-3 días le mandé un mensaje pero no me respondió. Por casualidad, la encontré en el supermercado e instintivamente intenté besarla pero ella no tenía ninguna intención de hacerlo.
Me trataba como si apenas nos conociésemos, no sentía la más mínima atracción… Moraleja: después de haber creado la atracción, el rapport es FUNDAMENTAL si se desea volver a ver a una persona. Por tanto, mil gracias por estos consejos, ¡poco a poco me voy dando cuenta de lo valiosos que son!
Jack ha actuado correctamente, no se ha lamentado por su “fracaso” sino que ha comprendido el error que cometió y no volverá a incurrir en él en el futuro.