¿El orgullo del seductor? Uno de tus peores enemigos
Hace algunos días Keegan escribía en un comentario:
Reborn…debo hacerte una pregunta que a lo mejor compromete tu orgullo pero creo que a muchos le interesará… a pesar de tu experiencia, ¿alguna mujer te ha puesto en dificultad?
P.S es simple curiosidad 🙂
Quítemonos inmediatamente una piedra del zapato: no sé quién os mete en la cabeza ciertas ideas pero quiero que los siguientes puntos queden claros:
- no existe el seductor perfecto
- no existe el seductor con un 100% de éxito
- todos se equivocan, desde el seductor más experimentado hasta el pringado, la diferencia está en el número y la gravedad de los errores así como en la manera en que los manejan
- quien os dice que puede conquistar a cualquier mujer os está mintiendo, a menos que no hable de prostitutas
- quien os dice que podréis ligar con cualquier mujer que os guste simplemente os está engañando
Ahora que hemos clarificado estas cosas, hablemos de lo que yo llamo “el orgullo del seductor”.
¿Qué es?
El orgullo del seductor es el apego morboso a la imagen de seductor.
Un hombre puede estar más o menos convencido de que es un buen seductor, y hasta aquí todo va bien, pero cuando se apega de forma enfermiza a la convicción de que lo es, nace el orgullo del seductor.
Este apego conlleva a querer evitar como la peste cualquier retroalimentación que pueda indicarle lo contrario, que pueda señalarle que no es el “seductor perfecto”.
¿A qué llevará todo esto?
Conducirá a una pérdida de la imperturbabilidad porque cada vez que una chica lo pone en dificultad deberá esforzarse no solo para conquistarla sino que tendrá que combatir por mantener su propia autoimagen de seductor perfecto tal y como la ha conformado, porque una pérdida de esta autoimagen enfermiza le haría sufrir demasiado.
Por tanto, todos los pensamientos en la línea de “no me equivoco más” son muy dañinos y quien intente inculcaros creencias de este tipo os está causando daño.
Cuando fracaso con una mujer no siento que soy “menos” que antes, no tengo un “orgullo del seductor” que proteger, y vosotros deberíais hacer lo mismo si queréis vivir serenamente la vida y la seducción.
¿El orgullo del seductor?
Cuando salgáis, dejadlo en casa para que vea el Gran Hermano.
Vosotros tendréis cosas mejores que hacer.