Seduccion: La excepción que confirma la regla
Años atrás, cuando era un adolescente, había una frase que me molestaba de una manera particular: “Esta es la excepción que confirma la regla”.
Normalmente salía a colación cuando se estaba discutiendo de algo (yo amaba las discusiones), y una persona definía una regla diciendo: “Esto se hace así y así”.
En ese punto, para ganar la discusión, yo hacía notar una excepción de la regla, un elemento que no seguía las “leyes” que apenas había expuesto.
En aquel momento salía de su boca la odiosa frase “Esa es la excepción que confirma la regla” y yo me molestaba.
Pensaba: si hay una regla, ¡¿¡¿¡¿¡¿¡cómo puede haber una excepción!??!?!?
Con el paso de los años he podido comprender la esencia de esta cuestión pero, sobre todo, he descubierto algo que nos interesa mucho a nosotros.
Existen áreas en las cuales no deberían haber excepciones: la física, por ejemplo. Si existiese una excepción a la ley de la gravitación universal, se iría al traste todo el andamiaje teórico.
Por esta razón, cuando se expusieron las primeras teorías de la física cuántica, muchos físicos se opusieron, porque estas nuevas leyes ponían en crisis los postulados anteriores.
Por supuesto, yo no soy físico y esta explicación quizás le puede poner la piel de gallina a un estudioso de la materia (me tocará leer los comentarios de las personas molestas ), pero lo que nos interesa es otra cosa.
Existen áreas en las cuales existen las leyes pero también queda implícito que hay excepciones.
Una de estas áreas es la seducción.
En el momento en el cual se formula una teoría se da por descontado que existen excepciones.
Cuando digo: “Seducir a una amiga que conocemos desde hace tiempo es más difícil que conquistar a una desconocida”, esta es una ley pero, obviamente, existirán excepciones, como es posible leer en algunos de los comentarios de este blog.
Lo mismo sucede cuando hablas con tus amigos, quizás uno dice: “A las mujeres les gusta un hombre que las haga reír”. Vale, es verdad, pero de seguro habrá una mujer que este tipo de hombres le resulte molesto.
No tomes nunca lo que escribo como una ley inmutable, recuerda que siempre existen excepciones.
Cuando apliques los conceptos que explico siempre deberás adaptarlos a las situaciones porque comprender la teoría es una cosa pero aplicarla en la vida real es harina de otro costal.