¡No te excuses para mendigar la aprobación de los demás!
La capacidad para pedir disculpas cuando nos damos cuenta de que nos hemos equivocado es una cualidad bellísima que muy pocos tienen.
Disculparse, como una forma de cortesía pura y simple, es muy educado y abre las puertas a respuestas positivas.
Pero pedir disculpas para mendigar la aprobación de los otros da pena.
¿Qué quiero decir exactamente?
Nos lo explica nuestra amiga skittish en un comentario:
[…] me he acordado de otra cosa verdaderamente odiosa: comenzar una frase con “disculpa”
Por ejemplo: “disculpa, ¿puedo decirte que eres guapísima?”
“disculpa, ¿puedo pedirte que tomemos algo junto?”
“disculpa, ¿puedo sentarme a tu mesa?”
Apenas escucho la palabra “disculpa” pienso: “todavía no ha hablado y ya sabe que me molestará”.
Es divertido notar como en estos casos disculparse en realidad tiene el efecto opuesto: queremos ser educados pero resultamos molestos .
El punto es: el hombre de verdad debe mostrar seguridad y sentirse orgulloso de sus objetivos.
En otras palabras, no nos debemos avergonzar ni disculpar si queremos algo sino que debemos sentirnos orgullosos y luchar por ello.
En el caso de las mujeres, no importa si estás buscando solo sexo o a la mujer de tu vida, un hombre debe sentirse orgulloso de sus necesidades: los niños son los que se avergüezan, no los hombres.
En los casos anteriores, la excusa al inicio de la frase se puede traducir como: “disculpa si me atrevo…” “disculpa si te molesto…”.
No obstante, sería cortés disculparse si realmente estuvieses molestando pero la verdad es que estás en un local y ves a una chica guapa, ¡¿¡¿crees verdaderamente que debes disculparte por decirle que es bellísima?!?!
O peor aún, ¿crees verdaderamente que una mujer quiere a su lado a un hombre que se disculpa por hacerle un cumplido? ¿O por ofrecerle algo de beber?
Hablemos del tercer caso, cuando te quieres sentar a la mesa de una chica que te gusta… como explico en el artículo sobre cómo acercarse a una chica sentada, ¿no sería más inteligente esperar alguna señal positiva y después sentarse como si fuese la cosa más normal del mundo?
Si pides permiso le das la posibilidad de decir “no” y a menudo el “no” deriva del miedo a sentirse “una chica fácil”, sobre todo delante de sus amigos o amigas.
En general, disculparse sin que haya ningún motivo para hacerlo presupone una dinámica precisa, una en la cual según el que se excusa tiene un valor inferior a la persona que recibe la disculpa.
Imagino que no será necesario explicarte por qué este esquema le corta los pies a todas tus posibilidades de conquistar, creo que está claro que una mujer no quiere estar con un hombre que se siente inferior a ella.
Resumiendo: quítate la “disculpa” de la boca porque en realidad pedir permiso no es necesario, es mendigar aprobación.