Locus de control y seducción: mientras más responsabilidades asumas, más oportunidades tendrás de crecer
En el artículo anterior hablamos del concepto de locus de control que, en síntesis, indica la percepción que una persona tiene del control que ejerce sobre los eventos.
Las personas con un locus de control INTERNO se atribuyen a sí mismas gran parte de la responsabilidad por lo que sucede y, por tanto, asumen tanto los méritos como las culpas.
Las personas con un locus de control EXTERNO sienten que su vida está guiada fundamentalmente por fuerzas externas y se sienten impotentes por lo que les sucede.
¿Por qué estos conceptos son tan importantes en la seducción?
Pongamos un ejemplo muy simple, solo para hacer llegar el concepto.
Digamos que te acercas a una mujer y ella no te presta atención volteándose hacia otra parte.
En dependencia de tu locus de control, tú puedes tener dos tipos de reacciones.
Locus de control EXTERNO: “¡Qué gilipollas!” “Es demasiado pija” “Es muy guapa para mi” “Con mujeres de su tipo o eres rico o no logras nada” “Si fuera más alto y más guapo lo habría logrado”, etc.
Como puedes notar, todas son razones vinculadas a factores externos. De esta forma no mejorarás nunca tus capacidades seductoras.
Repito: no se trata de que este locus de control funcione mal, es peor aún: este locus de control no te permite dar ni un maldito paso para que logres la vida sentimental / sexual que quieres.
Al contrario, las reacciones de una persona que tiene un locus de control INTERNO podrían ser: “Hablé demasiado bajo” “Mi lenguaje corporal no funcionó bien” “Estaba demasiado lejos de ella” “No sonreí” etc.
Todos estos factores se pueden controlar porque dependen de tu voluntad y de tu esfuerzo.
Por supuesto, es obvio que existen cosas que puedes controlar y otras que se escapan a tu campo de acción.
No obstante, muchas de estas fuerzas no se pueden analizar con facilidad: ¡¿cómo puedes saber con certeza que una chica te respondió mal porque tuvo una mala jornada o porque te equivocaste en algo?!
Cierto, puedes hipotetizar pero siempre habrá un margen de error.
Entonces, en vez de hacerte mil masturbaciones mentales intentando deslindar de quién es la responsabilidad y la culpa, lo mejor que puedes hacer es decidir a priori, anticipadamente, que pase lo que pase siempre será tu responsabilidad; es decir, que siempre podrás hacer algo o que hay algo que habrías podido hacer.
Por ejemplo…
“Te respondió mal” … “Me equivoqué en esto o aquello…”
“Ya estaba molesta por sus propios problemas” … “Puede ser pero tenía que haber insistido un poco más y hacerla reir”
“Estaba con su chico”… “¡Un desafío aún mayor! Tenía que haberme comportado como un hombre de verdad y después ver si algunas de sus necesidades no estaban satisfechas en la relación”
“Una chica tan guapa normalmente solo sale con hombres ricos”… “Bien, se trata de otro desafío, la próxima vez que me encuentre a una chica así actuaré de manera más decidida para demostrarme que el dinero no sirve para conquistar a una mujer guapa”
“Pero…” … “Cero excusas, hoy aprendí algo y la próxima vez sabré cómo comportarme”.
Como ves, mientras mayor es la responsabilidad que te atribuyes, mayores son tus posibilidades de crecer como seductor.
Además, mientras más amplio sea tu locus de control; es decir, tu percepción es INTERNA, más atractivo resultarás.
¿Por qué?
Porque un hombre que está convencido de que tiene poder sobre su vida se comportará de manera más masculina y enérgica respecto a uno que se mueve en el mundo con pasividad.
“Pero yo soy así…” “Pero las mujeres demasiado guapas no…” “Pero se necesita dinero…” “Pero yo no soy guapo…” “Pero…”
¿Pero por qué no dejamos de decirnos estupideces y nos ponemos manos a la obra?
Cero excusas.