Seducción y belleza masculina: ¿cómo es el hombre que está con una mujer guapísima?

¿La seducción y la belleza masculina están relacionadas? ¿Y las mujeres y los músculos?

En otras palabras: ¿es necesario poseer una belleza masculina para seducir a una mujer muy guapa?

Muchos piensan que sí, veamos de dónde nace esta (falsa) creencia.

Si miramos a nuestro alrededor es fácil darnos cuenta de que muchas mujeres guapísimas están con hombres aparentemente bellos.

No hablo de las chicas que simplemente son bonitas, no hablo de esa amiga que tienes con la cual todos quieren ligar porque envía falsas señales de interés y tampoco hablo de las chicas que ves a tu alrededor normalmente: hablo de mujeres estupendas, el tipo de mujer que cuando se arregla tiene todos los ojos de los hombres puestos sobre sí.

El tipo de mujer que a menudo solo está con hombres muy guapos.

Pero estos hombres, ¿solo son muy guapos o tienen algo más?

En realidad, si prestas atención, te darás cuenta de que su belleza generalmente es muy masculina, viril y alfa. No se trata de ese tipo de belleza “delicada” y femenina al estilo de Leonardo Di Caprio en sus primeras películas (lo digo para entendernos mejor).

Vale, hay mujeres que salen con hombres feos y también hay quienes salen con hombres muy afeminados… pero aquí estamos hablando de la mayoría, estamos realizando una generalización para comprender el concepto.

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¿Qué concepto?

Que las mujeres bellas están con hombres guapos pero, sobre todo, con hombres masculinos y viriles.

Entonces, ¿es la belleza de estos hombres la que marca la diferencia o hay algo más?

No, no hay nada debajo, hay algo dentro ; es decir, en su interior.

Mientras crecían, estos hombres fueron mejorando su inner game; es decir, su autoimagen y la visión del mundo.

En primer lugar, porque se veían guapos y adquirían confianza en sí mismos. En segundo lugar, porque adquiriendo esta confianza se mostraban más seguros de sí y lograban conquistar a más mujeres.

Esto les llevaba a aumentar aún más la confianza en sí mismos creando en un círculo virtuoso que se alimentaba por sí solo.

El hecho de que parezcan tener una belleza más masculina es la prueba, porque es verdad que pueden ser viriles pero gran parte de su belleza no se debe a cómo son físicamente sino a lo que parecen.

¿Qué quiere decir “lo que parecen”?

Quiere decir que su presunta belleza está en los pequeños gestos que marcan la diferencia, está en el modo en que se mueven, como sonríen, actúan y respiran.

En una palabra: está en su subcomunicación.

Y todas estas cosas pequeñas, estos microgestos, no son fruto de decisiones racionales sino que dependen de su inner game. De esta forma transmiten lo que son, sobre todo a las mujeres, y sin tener que abrir ni siquiera la boca.

Por tanto, retomando el discurso anterior, a primera vista lo que vemos es que las mujeres espléndidas están con hombres guapos y masculinos, esto genera la creencia de que se debe ser muy guapo para poder conquistar a una mujer de ese calibre.

En realidad, no hay nada más erróneo: no se necesita ser guapos, se necesita tener un buen inner game y subcomunicarlo.

¿Cómo se hace?

Se puede actuar directamente sobre el inner game (lo cual es posible pero complicado) o se puede comenzar a modificar esas microactitudes que te harán parecer más guapo, de forma tal que se genere un proceso inverso en el cual, mejorando tu subcomunicación, también mejoras el inner game.

Y en la práctica, ¿qué se debe cambiar?

La respuesta está en el próximo artículo.

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