¿Volverse el confesor de una mujer? ¡No, gracias!

Quinceavo punto de la lista sobre cómo no te vuelvan a decir “somos demasiado amigos” y conquistar a una mujer. Hablemos de una cosa muy simple pero quizás olvidada, sobretodo por los menos expertos en cuestión de seducción.

Puede pasar que una mujer que nos interesa empieze a hablarnos de los hombres que le gustan. Ésto es una alarma muy significativa: nos está viendo como un amigo.

Puede también pasar que se comporte así con el fín de darnos celos, pero no pasa a menudo y de todas maneras se lo percibe por su timbre de voz y en general por la manera de actuar. En este caso es una buena señal, si quiere darnos celos hay atracción y el camino es todo en declive.

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Excluído este caso, el problema es grande y lo se puede resolver en dos maneras.

Uno: la prevención. Hay que prevenir la causa del hecho que nos hable de quien la gusta, es decir que nos vea como un amigo, y hablando de ésto te aconsejo de releer la lista. ¿Todavía no lo has hecho? ¡Corre!

En el caso que no se pueda prevenir, en el caso en que ya nos encontramos en la situación problemática, la primera cosa que hay que hacer es cortar el discurso. Cortarlo y cambiar dirección. De hecho hay que cambiar el tono amistoso pasando a un tono que muestre tu intención de flirtear y ligar con ella.

Se puede hacer ne varias formas, por ejemplo: ”Ya no seguir contandome estas cosas, se ve lejos un kilómetro que estás tratando de darme celos” con una sonrisa de cabrón en la cara. Luego ella se justificará y la comunicación cambiará bruscamente. Después habrá que mantener y crecer la atracción, no es suficiente una salida chistosa para conquistr a una mujer, y cualquier que te diga lo contrario está tratando de venderte basura.

Marco
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