Cuando la seguridad en sí mismo es lo único que falta

Hace tiempo, cuando comencé mi camino para mejorar como seductor, mis lagunas eran muchas y entre estas debía mejorar alguna que otra capacidad social de base.

Muchas de las personas que se acercan al mundo de la seducción son como era yo, le faltan determinadas características básicas que deben aprender antes de concentrarse en las técnicas de seducción propiamente dichas.

Al contrario, otras personas ya han dado este paso.

Esos hombre ya saben cómo mantener una conversación interesante y agradable, no se mueven mal y su comunicación en general es bastante buena.

Pero su vida sentimental / sexual da pena… entonces se preguntan: ¿cuál es el problema?

Se trata de personas felices que saben cómo convivir con los otros y quizás hasta conocen a muchas mujeres… pero con estas no sucede nada, aparte de la amistad.

A estas personas les falta la seguridad en sí mismos.

Entendámonos: a muchos de los chicos que se acercan al mundo de la seducción les falta esta característica pero la categoría de hombres de la que estoy hablando le falta solo la seguridad.

Es como si fuesen coches con muchos accesorios que están listos para partir pero les faltan las ruedas.

Una vez que les pongas las ruedas, finalmente podrán correr y el camino será en bajada.

Sí, porque no deben superar la timidez, no son tímidos, solo deben adquirir más seguridad.

Lo he visto decenas de veces: hombres que prácticamente no tenían una vida sexual se han convertido en verdaderos seductores en poquísimo tiempo.

Una vez que se desbloquean, todas sus capacidades adquieren un nuevo significado y se expresan mejor. Han comenzado a conocerse a sí mismos con mayor profundidad.

Entonces, en la práctica, ¿qué se debe hacer?

Si eres uno de estos hombres, lo primero que deberás hacer es concentrarte en adquirir seguridad.

Intenta ligar con más mujeres, haz cosas que antes te atemorizaban y decide cómo debe actuar una persona segura de sí. Entonces estarás a buen punto y el resto serán solo detalles.

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