El fin de un amor: levantarse después de que una relación ha llegado al final
Antes o después, todos hemos pasado por el fin de un amor, o por lo menos le sucede a la mayoría de las personas.
El final de una relación importante es un evento que marca la vida de las personas y, en un mundo ideal, cada cual debería estar preparado para manejarlo. No obstante, siempre nos toma desprevenidos, por usar un eufemismo.
A menudo el sentimiento que predomina es el sufrimiento, aunque se aprecia de formas y con tempos diversos.
De hecho, hay personas que cuando terminan un amor se quedan mal pero logran recuperarse en un tiempo aceptable pero otras, al contrario, necesitan meses y meses, a veces incluso años.
Si has terminado con un amor y estás sufriendo, esta serie de artículos te vendrá como anillo al dedo:
- si quieres reconquistar a tu ex échale un vistazo a esta página.
- en el artículo que estás leyendo explico una cosa importante sobre la sensación de “no lograrlo”, sobre la sensación de sucumbir bajo el peso del sufrimiento
- si quieres regresar con la mujer de la cual estás enamorado, deberías considerar estos 3 aspectos fundamentales
- en este artículo sobre cómo olvidar a una chica explico otras cosas que puedes hacer (antes era visible solo para el Grupo Premium pero ahora he preferido que todos lo puedan ver)
- encontrarás un ejercicio para olvidar el sufrimiento por amor
Que quede claro: si sufres de manera normal por el final de una relación, es decir, te sientes mal de la misma forma que todos los que han visto cómo el amor se les escurría de las manos, lee todo lo que sigue y haz el ejercicio que encontrarás en este artículo. Al contrario, si hace años que estás sufriendo y tu dolor es demasiado grande, entonces deberás recurrir a un especialista (entiéndase: psicoterapeuta).
El sufrimiento por el fin de un amor
Recuerdo muy bien cuando años atrás se terminó mi primer amor, recuerdo perfectamente el golpe.
Por la noche no lograba dormir y me parecía tener 100 kg sobre el pecho que me aplastaban y no me dejaban respirar, incluso tuve taquicardia.
Cuando termina un amor, cuando una relación importante llega a su fin, nos sentimos mal, nos sentimos desarmados, heridos y ensangrentados. Pero las heridas se cierran, el dolor se va y todo se convierte en un recuerdo.
El sufrimiento es normal, sobre todo si es ella la que te ha dejado, todos hemos pasado por eso.
No debes sentirte como un pringado si sientes mucho dolor, eres vulnerable, como todos, pero cuando termine, cuando dejes de sufrir, te sentirás mejor y al mirar hacia atrás este periodo te parecerá distante años luz.
Ahora puedes sufrir pero pasará.
Mientras tanto, quiero darte un ejercicio que te ayudará a manejar el dolor, lo encontrarás en este artículo sobre sufrir por amor.
Esperanza de reconquista al final de una relación
No hay nada de malo en intentar reconquistar a tu ex, si quieres lograrlo, lee este artículo.
No obstante, cuando la relación se acaba también es necesario que te plantees un tiempo máximo para la reconquista, esfuérzate al máximo pero recuerda que si no funciona deberás desligarte de ella y no continuar esperando.
La esperanza hace bien pero solo hasta cierto punto, después se debe abandonar para no prolongar el sufrimiento más allá de lo necesario.
Tú tienes la llave
Desgraciadamente, a menudo el fin de una relación nos sume en la mentalidad de la víctima, en otras palabras, nos sentimos impotentes frente a ese dolor y pensamos que nos han golpeado injustamente.
Algunas veces nuestro dolor se encierra en una caja de odio y, aunque a menudo no queremos admitirlo, terminamos arremetiendo contra la persona que nos ha hecho sufrir pensando que “es justo”, cuando en realidad se trata solo de una reacción vengativa.
El poeta Baudelaire se mentía a sí mismo en esta bellísima poesía:
Te golpearé sin odio y sin ira
como un carnicero indiferente,
como Moisés a la roca
tus ojos serán el manantial
con el que regaré mi Sahara
cuando broten las lágrimas de pena. […]
En realidad, una actitud vengativa solo sirve para reforzar nuestro dolor y la mentalidad de víctima.
Además de sentir que eres la víctima de otra persona, también sientes que eres víctima del propio dolor, te sientes impotente y crees que no lograrás hacer nada.
En realidad, además de los tiempos normales que se necesitan para recuperarse, también dependerá de cuánto quieres que dure el sufrimiento. Sé que te puede parecer extraño o aburdo pero tú no eres una víctima del dolor, tú y solo tú, puedes levantarte.
¿Por qué?
Porque después de cierto tiempo, eres tú y solo tú quien se hace daño generando demasiadas ideas sobre el sufrimiento y permaneciendo atado a esperanzas vanas. En otras palabras: ¡te haces daño tú mismo!
Como decía Baudelaire:
[…] Yo soy la herida y el cuchillo
¡La mejilla y el bofetón!
Yo soy los miembros y la rueda
La víctima y el verdugo.
Soy el vampiro de mi sangre,
uno de esos abandonados,
condenados a la risa eterna
cuya sonrisa es imposible.
Comprendo que tu amor terminó y comprendo que la relación que tanto te importaba llegó a su fin pero ahora ha llegado el momento de que te plantees esta pregunta: ¿por cuánto tiempo continuarás siendo el vampiro de ti mismo?