La necesidad de seguridad y confianza en un hombre

Concluimos esta serie de artículos sobre las necesidades femeninas tratando un tema que suele estar muy presente: la necesidad de seguridad y confianza en un hombre.

No hablaremos en sentido general sino que tomaremos un ejemplo práctico de la vida, un caso en el cual la confianza que una mujer depositó en su hombre fue el punto clave para resolver satisfactoriamente la situación.

Obviamente, se trata de una situación particular pero dice mucho sobre la psicología femenina.

Cuando te cuente esta breve historia comprenderás, en primer lugar, que las necesidades de una mujer cambian a lo largo del tiempo y, en segundo lugar, que en determinados momentos de la vida una de estas necesidades se vuelve crucial.

Tengo una amiga (a la que llamaremos Sara) que es muy guapa, segura de sí, enérgica y extrovertida.

A lo largo de su vida ha tenido algunas aventuras, algunas más largas y otras cortas. Al igual que muchísimas otras mujeres, algunas de estas aventuras no han llegado a nada serio.

La última de estas aventuras “ligeras” es de hace un año y se veía a un kilómetro que los dos solo querían divertirse un poco.

Ambos se sentían satisfechos y la aventura proseguía.

Pero después, por varios motivos, rompieron, y Sara comenzó a buscar otro tipo de hombre.

¿Cómo me di cuenta?

Porque ella se enrolló rápidamente con una persona (que llamaremos Julio) que era exactamente lo contrario del chico anterior.

De hecho, Julio es un joven extrovertido y simpático pero también es muy serio y tiene objetivos bien claros en la vida: casa, familia e hijos.

El amor continuaba viento en popa y a toda vela pero hace algunos meses sucedió algo inesperado: Sara descubrió que estaba embarazada de Julio.

La situación era ambigua: es cierto que se amaban mucho pero llevaban pocos meses saliendo y, según la concepción general, habían pasado muy poco tiempo juntos como para poder decidir si querían construir una familia o no.

Ella estaba indecisa: ¡¿qué debía hacer?! Experimentaba fuertes emociones y su mente estaba llena de dudas.

Estas emociones, tan intensas como encontradas, empujaron a Sara a decirle a Julio que estaba embarazada.

Julio, en aquel momento, hizo algo que le cambió la vida.

Sin dudarlo ni un segundo, sin titubear ni mostrarse asustado, esbozó una sonrisa y le dijo:

“Cariño, yo te amo. Este es nuestro bebé.”

Su seguridad y imperturbabilidad (¿estas palabras te recuerdan algo? ¡¿Quizás un artículo que hablaba de la energía masculina?! ) la conmovieron profundamente.

Ahora están casados y tienen un bebé precioso. Sará está convencida de que aquel momento fue decisivo: al ver la seguridad de Julio, ella depositó toda su confianza en él, en ese preciso instante decidió que iba a construir una familia a su lado.

Con aquella frase, Julio le dio exactamente lo que ella necesitaba.

En aquel momento, satisfizo la necesidad más importante de Sara.

– – –
¿Otros idiomas?