¿Qué me motivó a cambiar? – Escape y visión

Normalmente prefiero no escribir artículos personales.

Uno de los motivos es que, si queréis mejorar, vuestra atención debe mantenerse focalizada en vosotros mismos, no en lo que ha hecho o no ha hecho Reborn.

No obstante, algunas personas me habéis preguntado esto en sus comentarios, por eso decidí responderos.

Me preguntábais qué me motivó a cambiar.

No hay una única respuesta. La motivación ha provenido tanto de la acción como de la reacción.

Me explico mejor.

La reacción inicial fue la de escapar de algo.

Estaba cansado, realmente harto, de ser una persona inteligente y culta que no tenía éxito con las mujeres.

Y no entendía, no entendía, no entendía, y la frustración crecía… “¿Por qué las mujeres me quieren solo como amigo?” “¿Por qué, al final, se enrollan con imbéciles?” “¿Por qué dicen que quieren a un chico bueno como yo y después se van con gilipollas?”

Estas preguntas me asaltaban una y otra vez.

Porque para mi se trataba de conquistar a la mujer de mi vida… sí, debo reconocerlo: realmente no era un objetivo muy complicado.

En aquella época, ¡solo se trataba de enrollarme con una mujer!

No, no era virgen pero teniendo en cuenta las veces que había tenido sexo, era casi como si lo fuese.

Porque, dígamoslo de forma clara y directa: si un hombre no tiene relaciones sexuales se siente como una mierda.

No se trata del gesto físico en sí sino de la validación interior que genera el tener sexo.

Estamos hechos para sentirnos mal si no lo hacemos y sentirnos bien si lo hacemos, es un mecanismo que la naturaleza ha creado para perpetuar la especie.

Por eso, si un hombre no tiene sexo se siente como un pringado, y yo me sentía así, era un pobre pringado.

Por otra parte, la motivación para cambiar no solo se generó de esta necesidad de huir de algo (reactiva) sino también de dirigirme hacia algo (proactiva).

Si hay algo que siempre he tenido es la capacidad de soñar en grande, en cualquier campo.

Esta característica me ha llevado a hacer algunas estupideces pero también me ha dado grandes compensaciones, sobre todo cuando las personas que estaban a mi lado no creían en mis sueños pues para ellos eran imposibles.

Esta visión, esta imagen de la vida sentimental / sexual que quería, estaba muy clara en mi mente y eso fue lo que me motivó fuertemente.

Sabía lo que quería, y si bien era cierto que a lo largo del tiempo mis objetivos han cambiado ligeramente, siempre han ejercido una fascinación tal como para motivarme a hacer cosas que jamás habría pensado.

A esto le debo añadir mi maldita (bendita) curiosidad; en este sentido soy como un niño.

Desde pequeño he tenido una incondicional sed de saber que, afortunadamente, no se limitaba a uno o dos ámbitos.

Todo me interesa, por eso amo con locura a las personas nuevas, porque siempre son un mundo por descubrir y saborear.

Mi curiosidad no se detiene en el simple saber, yo debo probar y volver a probar en carne propia todo lo que puedo, teniendo siempre en mente mi perfeccionamiento como persona.

Este es un golpe de suerte para quienes me siguen porque he probado realmente muchas cosas diferentes en el campo de la seducción y el crecimiento personal.

Muchas veces he fracasado y muchas otras he tenido éxito, en ambos casos me he sentido contento.

Ahora sé lo que funciona para todos, lo que quizás puede funcionar y lo que difícilmente funcionará.

Además, sé lo que funciona bien al inicio, cuando uno comienza a cambiar, y lo que funciona mejor después.

Tendría tantas cosas que decir que no sé muy bien cómo hacerlo .

Resumiendo: mi motivación ha sido reactiva (estaba cansado de sentirme como un pringado) y proactiva (quería dirigirme hacia una vida mejor).

La curiosidad y el deseo de experimentar se encargaron del resto.

Entonces, ¿qué te aconsejo que hagas?

En primer lugar, que mires sinceramente tu situación y, en segundo lugar, que crees una visión de lo que quieres.

Imagina con escenas vívidas tu vida ideal desde un punto de vista sexual / sentimental, percibe plenamente las sensaciones agradables que te provoca y después abre los ojos y lucha por conquistarlas.

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