La diferencia entre actitud positiva y autoconvencimiento forzado
¿Cuál es la diferencia entre una actitud positiva y un autoconvencimiento forzado?
Debido a las dudas que despertó el artículo anterior, debemos ver las diferencias entre ambas cosas…
Tener una actitud positiva significa tener una actitud optimista y proactiva ante los desafíos. Significa no “descorazonarse”, significa apuntar siempre al máximo, dándose cuenta de que fracasar siempre es una posibilidad.
Esto es algo diferente del autoconvencimiento forzado, que se dirige a hacerte creer que eres una especie de superman que lo puede lograr todo y nunca fracasa, que se centra en hacerte pensar que es suficiente con estar convencido al 100% para no fracasar e intenta inculcarte en tu cerebro estas creencias absurdas a la fuerza.
Pero será mejor si tomamos una situación específica.
Situación: quieres atraer a una mujer pero sientes un poco de ansiedad y titubeas.
¿Cómo aplicas una actitud positiva a esta situación?
Puedes decirte una frase del tipo: “¡Vamos, deja de hacerte pajas mentales!” e ir a por ella, muestras que tienes huevos y eres optimista sobre el éxito focalizándote en la victoria. De esta forma no te bloqueas y vas a tomar lo que quieres.
Este tipo de actitud sirve para enfrentar las situaciones, ya sean desafíos seductivos o en la vida en general.
De hecho, como ya he explicado, este tipo de actitud no solo es muy útil sino también jodidamente atractiva porque un hombre que no se desmoraliza y que enfrenta el mundo con positividad le gusta muchísimo al otro sexo.
Es una actitud realista que ve el vaso medio lleno pero tiene presente que la posibilidad de fracasar existe.
Algo muy diferente es intentar autoconvencerse a la fuerza de que tendrá éxito, que puede conquistar a todas las mujeres que quiere, que nunca fracasará, y otras estupideces similares.
Por mucho que te repitas estas cosas, tu cerebro nunca las creerá.
Y, lo que es aún peor, creará un conflicto dentro de ti entre lo que desearías creer y lo que tu cerebro piensa realmente.
Chicos, os lo digo con el corazón en la mano, he visto a hombres muy perturbados por este conflicto interno.
Estos hombres tenían muchas inseguridades pero se mentían a sí mismos intentando autoconvencerse de que eran seguros.
Intentaban meterse en la cabeza que “podían conquistar a cualquier mujer que desearan” y el conflicto interno hacía que su comunicación y su forma de comportarse fuesen realmente extrañas.
Para compensar estas inseguridades asumían un comportamiento casi de guapetones, se comportaban de manera prepotente y miraban a las personas por encima del hombro. Para quien sabe leer, todos estos son signos de una fuerte inseguridad.
Este es un camino que no debes recorrer, las inseguridades se afrontan, no las niegues intentando autoconvencerte de que eres superman.
Fatalidad… este tipo de autoconvencimiento forzado gana adeptos en personas que son muy inseguras y poco comunicativas.
En compensación, estas personas pasan al lado opuesto, pasan de ser inseguros a comportarse como pijos absolutos, y esto hace daño, no está bien, hace mal.
De seguro no es la forma correcta para cambiar. En el próximo artículo veremos las modalidades sanas y eficaces para lograr un cambio estable y duradero.