Conocerse a sí mismo: 2 vías prácticas para conocerte
¿Hablamos de conocernos a nosotros mismos? ¿Cuánto piensas que te conoces? Date un porcentaje ¿30…60… 90%?
Dentro de poco te demostraré que “el porcentaje” normalmente es muy bajo y que se trata de un aspecto fundamental para tu crecimiento personal.
Pero primero debo presentarme, soy Gennaro Romagnoli, el director del sitio Psicologianeurolinguistica.net.
Si hace tiempo que sigues los artículos de Marco seguramente sabrás quién soy pero si no lo sabes, no te preocupes, no es tan importante como saber quién eres realmente tú.
“Conocerse a sí mismo es un proceso que dura toda la vida” pero, a pesar de que es algo natural, no todos tienen la oportunidad de hacerlo. Es suficiente con echar un vistazo a nuestro alrededor para saber de qué estoy hablando.
¿Acaso conoces a alguien que es “jodidamente aburrido” pero no lo sabe? ¿O quizás a alguien que piensa que es divertido, pijo… o incluso feo?
Conocerse es un proceso recursivo, o sea, que se desarrolla siguiendo el camino de nuestra vida, que es una contínua sucesión de eventos. Ahora te mostraré 2 formas para conocerte mejor, dos ejercicios que te ayudarán a aumentar el conocimiento que tienes de ti dándote Imperturbabilidad, una cualidad que Marco ha descrito perfectamente en sus manuales, y mucho más.
La imperturbabilidad es solamente una de las ventajas porque conocerse es realmente el primer y el último paso en el crecimiento personal.
2 ejercicios prácticos para conocerte
1. Extraer los valores (la mente cognitiva)
¿Qué es realmente importante para ti cuando haces lo que haces? Piensa en las diferentes áreas de tu vida (relaciones, salud, trabajo) y escribe qué es importante para ti en cada área.
Vale, ahora dime cuán fácil te ha resultado responder a esta pregunta. ¿Quizás el porcentaje que habías estimado ha disminuido? El ejercicio demuestra cuan poco nos conocemos, ¿tu porcentaje ha bajado?
Puede que hayas respondido algo así como: “lo más importante de mi trabajo es llevar a casa la paga a fin de mes”.
Además de no ser una motivación muy cautivadora, esta frase no evidencia ningún valor sino tan solo la búsqueda de un medio (el dinero) para obtener otra cosa. Y es justamente esa “otra cosa” la que debes buscar.
En el ejemplo, “ganar dinero” podría vincularse a la búsqueda de la “libertad”, la protección, la generosidad, etc.
Haz una lista de tus valores creando jeraquías, intenta ser lo más honesto posible. ¿Qué te importa? Después podrás quemar el papel . Pero ahora escribe tus valores, lo que es realmente importante para ti. Tómate todo el tiempo que necesitas para hacerlo bien.
2. Conoce la mente somática
Desde hace 2000 años los budistas practican algunas formas de meditación que nos pueden resultar muy útiles para nuestro objetivo: conocerse.
¿Se trata de una falsa creencia mística y religiosa? ¡Absolutamente no! Hay decenas de estudios científicos que demuestran la eficacia de la meditación para conocernos.
“Vale, estoy de acuerdo, la eficacia del instrumento es indiscutible pero ¿cuánto tiempo es necesario para conocerse de verdad? De seguro no querrás pasarte toda la vida meditando”.
Si quieres cercer, ¿por qué no? . No obstante, puedes quedarte tranquilo porque los estudios que se encuentran en mi blog demuestran que después de tan solo dos meses de práctica (ocho semanas) ocurren cambios reales en las frecuencias del cerebro.
Para obtenerlos, debes entrenarte en estos aspectos:
- Siéntate cómodo, pero no demasiado, de manera que mantengas la espalda recta pero sin apoyarte (yo me apoyo y funciona igual )
- Concéntrate en tus pies y en todas las sensaciones que experimentas. Cuidado, simplemente debes notar el calor, la sensación de los zapatos y cosas de este tipo, evitando por completo cualquier tipo de juicio. Limítate a explorar.
- Cuando creas que has terminado de explorar tus pies, pasa a los tobillos y haz lo mismo, después a las pantorrillas, los muslos, los órganos sexuales, el estómago, las manos y los brazos, los hombros, el cuello, la cabeza, los ojos, etc. Explora todo lo que puedas hasta llegar a la cima.
¿Fácil? No tanto . ¿Qué sucede poco a poco? Que la mente comienza a pensar en sus propios asuntos: “debo lavar el coche” o “tengo que hacer la compra”, etc. Es natural que pase pero tu actitud debe ser la de un observador, cuando las ideas lleguen a su fin, concéntrate nuevamente en las sensaciones.
Tu objetivo es experimentar las sensaciones que experimentas en el cuerpo, olvidándote de los pensamientos. Si lo logras con facilidad, entonces repítelo manteniendo los ojos cerrados, regresa a los pies y repite toda la secuencia.
Para explicar de forma muy sencilla qué ocurre, si conectásemos el cerebro a una máquina que pudiese leer las frecuencias, notaríamos que las ondas dibujan un cuadro, a veces más sincronizado (cuando las ondas tienden a ser similares) y otras veces menos. El estado de bienestar psico-fisiológico se caracteriza por una sincronización, la misma que se obtiene con el ejercicio que apenas has hecho.
Pero aún hay más: este ejercicio funciona como una especie de bio-retroalimentación desde tu cuerpo al cerebro, dibuja tus confines personales y te hace más consciente de ti mismo.
Pon en práctica estos dos ejercicios al menos durante un par de meses y notarás cambios extraordinarios.
Ya hemos llegado al final del artículo, si tienes preguntas puedes hacerlas a través de los comentarios.
Gennaro Romagnoli