Cambiar para gustarle a las mujeres y otros mecanismos que bloquean tu desarrollo

Te lo digo alto y claro: cambiar para gustarle a las mujeres, cambiar solo para impresionar a las chicas es una forma de manipulación y es una de las peores cosas que puedes hacer.

Pero partamos del principio.

Humberto escribe en un comentario que ha recibido diferentes retroalimentaciones negativas de las mujeres, estas consideran que es aburrido e incluso él mismo ha admitido que es un poco introvertido.

Después escribe:

¡He intentado cambiar! Me he obligado a comportarme de una manera diversa de como me han traído al mundo solo para gustarle a las mujeres pero… ¿adónde me lleva todo esto?

Hasta ahora me he esforzado por dar una imagen diferente pero poco a poco regresa la original y, obviamente, las chicas se dan cuenta gracias a su aguda sensibilidad y dejan de salir conmigo.

No obstante, si me comporto como soy, resulto aburrido.!!!!¿¿¿¿????!!!! Es una espiral sin salida, ¿no te parece?

Analicemos uno a uno los diferentes errores que se encuentran en la base de este tipo de comportamientos, quizás seré un poco duro pero espero que Humberto no se lo tome demasiado a pecho y tenga en cuenta que lo hago por vuestro bien.

1. Asumir la inmutabilidad

No lo dice claramente pero de la frase “diversa de cómo me han traído al mundo” se aprecia que para Humberto cambiar radicalmente es algo imposible.

Quiero dejar algo claro: tú no naciste siendo seguro o inseguro, no naciste siendo extrovertido o introvertido, no naciste siendo simpático o antipático, no naciste siendo decidido o indeciso, no naciste siendo un tipo con buena suerte o un pringado: te has convertido en esas cosas.

En otras palabras: el carácter se forma creciendo y, de la misma forma en que tu carácter se formó a lo largo del tiempo, también puedes cambiarlo pero en esta ocasión según tu voluntad.

2. Cambiar para gustarle a las mujeres

La frase es emblemática, de hecho, dice que ha intentado cambiar “solo para gustarle a las mujeres” y este es un gran error.

Cuando le ofreces algo de beber a una mujer porque percibes que ella tiene un valor superior al tuyo estás mendigando su aprobación.

De la misma forma, cuando cambias para gustarle a las mujeres, estás mendigando su aprobación, estás realizando una acción porque quieres algo a cambio, algo que consideras que tiene más valor de lo que tú le puedes ofrecer, por tanto actúas de forma manipuladora.

En una cosa Humberto tiene razón: las chicas lo perciben. Pero, ¿qué perciben exactamente?

¿Que te estás esforzando por dar lo mejor de ti y por mejorar?

No, si percibieran eso se sentirían atraídas.

Perciben que estás dando lo mejor de ti para gustarle a ellas, para obtener su aprobación y no por ti mismo. Y eso no les gusta para nada.

Esta es una seducción enferma, es el extremo opuesto de la seducción sana y natural que explico en los artículos y en el Ebook de seducción en el cual, si decides cambiar, lo haces por ti mismo, porque te hará sentir mejor, porque te hace sentir más hombre, más verdadero, más vivo.

3. Pensar que eres diferente y que no lo lograrás por naturaleza

En otro comentario escribe:

[…] Quisiera proponerte un problema que, desde mi punto de vista, provoca un debate muy intenso en el campo de la seducción.

Me refiero al hecho de que existen personas predispuestas de forma natural a la seducción y que, por motivos obvios, logran tener éxito con las mujeres y en la vida social, simplemente porque se sienten a gusto dondequiera que estén y hagan lo que hagan.

Hasta aquí no encontrarás nada extraño u objeto de debate. Sin embargo, ¡sí que lo hay! Me gustaría referirme a todos aquellos para los cuales esta espontaneidad es ciencia ficción y que ni siquiera sueñan con acercarse a una mujer para HABLAR, imaginémosnos si van a lograr poner en práctica todas las técnicas de los manuales que conocen a la perfección.

[…] Dicho esto, pienso que existe una profunda diferencia entre estos dos tipos de personas que intentan aprender la seducción, no lo digo porque quiera rendirme sino porque si uno como yo lee tus artículos comprende que jamás podrá alcanzar esos objetivos porque no logrará ni siquiera acercarse a una mujer guapa o hablarle.

Humberto usa un mecanismo diabólico para encontrar excusas, el mecanismo del’ “yo soy diferente”.

Se trata de una secuencia de pensamientos que puede tener cualquier persona pero, básicamente, son excusas que les convencen de que son diferentes y que por eso no pueden lograrlo, porque los únicos que pueden lograrlo son otro tipo de personas.

¿Cuál es la esencia de este razonamiento?

La esencia es descargar la responsabilidad en algo, en este caso, en su presunta naturaleza diferente.

¿Cómo podemos saber si es solo una excusa o si es algo real?

De los testimonios de éxito que todos los días llegan a este blog, de las personas que habrían podido echar mano a todas las excusas del mundo para no cambiar pero no lo han hecho y ahora son felices.

4. Descargar la responsabilidad en los demás

La tendencia a descargar la responsabilidad se deduce en otra parte de su comentario (¿no te parece que la palabra “deducir” es bella? Siempre me ha gustado).

No obstante, esta vez la responsabilidad se coloca en los demás.

Humberto escribe:

Dondequiera que voy solo veo chicas que están contigo mientras estés “a la moda”.

Nos hemos convertido en una especie de vestido que se usa por un año o dos (que coincide con la duración media de las relaciones de pareja hoy).

En el artículo sobre el Locus de Control y la seducción ya he explicado que atribuirle la responsabilidad a los demás es uno de los motivos principales para no cambiar.

Si son los otros quienes tienen el poder, ¿qué puedes hacer tú? Nada, absolutamente nada, pero el punto es que no es así.

El punto es que todo no es como nos han enseñado, el punto es que la seducción es algo que se puede aprender y tenemos la oportunidad de tener una vida estupenda en materia de mujeres y no solo.

Pero no nos detendremos aquí, la historia de Humberto es tan emblemática y clara que no nos pararemos en la descripción de los mecanismos psicológicos que usa para autolimitarse.

En el próximo artículo veremos qué puede hacer en la práctica para mejorar, tomando como base las retroalimentaciones que ha recibido de las mujeres.

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