¿Basas tu autoestima en lo que posees?
En un artículo anterior hablaba de la adquisición de cosas caras poniendo el ejemplo de comprar un teléfono móvil de 400 euros.
¿Tengo algo en contra de los móviles costosos? No.
¿Tengo algo en contra de los coches costosos? Absolutamente no.
¿Entonces cuál es el problema?
El problema es que bases tu autostima en lo que tienes, en lo que posees.
Nuestra sociedad nos ha enseñado que quien más tiene es más guay, de manera que han intentado vincular tu autoestima y tu autoimagen con las cosas que posees.
La publicidad intenta inculcarte que debes tener un gran coche y un buen móvil o no valdrás nada, y debes tener estas cosas si quieres conquistar a una mujer guapa.
El punto es que no importa cuánto dinero tengas, si eres más o menos rico, antes de comprar algo es importante que te plantees una serie de preguntas:
- ¿Baso mi autostima en esto?
- ¿Si no tengo esto me sentiré menos “guay”?
- ¿Teno una imagen peor de mí si no compro?
- ¿Pienso que los demás tendrán una opinión negativa de mí si no compro?
Responder a estas preguntas es particularmente importante, sobre todo cuando debes comprar bienes costosos.
Dicho esto, me parece absurdo que quien no tenga la posibilidad de comprar ciertas cosas, por ejemplo, coches grandes, se endeude durante años pagando cuotas alucinantes solo porque basa su autoestima en estas cosas.
¿Quieres comprarte un móvil de 1.000 euro? ¿Tienes dinero para hacerlo? Hazlo, haces bien si lo necesitas, o quizas si eres un apassionato de la tecnología, pero no lo compres solo para ser más guay.
Algunos hombres me hacen reír: les ves, son poco interesantes, se comportan como felpudos, siguen el rebaño y viven la vida que le han enseñado… pero están emperifollados de la cabeza a los pies, puedes estar seguro de que todo lo que llevan es de una marca importante, que tienen el último modelo de móvil y que poseen un coche grande aparcado en el garaje.
Repito: ¿te puedes permitir estas cosas?
¿Te gustan?
¿No basas tu autoestima en ellas?
Cómpralas, haces bien. Pero antes asegúrate de tener una vida que vale la pena ser vivida.